No es ninguna novedad que, desde la pandemia del Covid-19 que puso en juego a todos los sistemas de salud a lo largo del mundo, las formas de atender las necesidades de los pacientes cambiaron radicalmente. Se adaptaron los centros médicos y los sistemas de detección y de control de enfermedades para ahorrar tiempo y trabajo.

Tomando a la pandemia como precedente y con la meta de volver las plataformas médicas más eficientes, la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la Presidencia del G20 de la India han propuesto utilizar la GIHD (según la sigla en inglés, que se pronuncia como la palabra “guide” y que significa “Iniciativa Mundial sobre Salud Digital). Este nuevo sistema va a volver mucho más eficientes los esfuerzos colectivos a escala global que se vayan implementando para detectar amenazas focalizadas y brindar una respuesta en conjunto mucho más apropiada.

¿Cuándo comenzó a desarrollarse la salud digital?

Los primeros sistemas de salud digital fueron desarrollados por la OMS en 2005. Estos esfuerzos llevaron a que los 120 países que conforman la OMS fueran creando sus propios sistemas de salud digital y que fueron mejorando las bases de datos digitales que permiten tener un acceso a la información de los pacientes mucho más preciso y rápido. Además, les permite a los doctores colaborar entre sí para lograr mejores resultados y ahorrar trabajo.

Por su parte, en la actualidad, el proyecto que comenzó en 2020 de forma improvisada y que fue mejorando sobre la marcha ahora tiene una fecha límite para estar completo hasta 2025. En estos dos años siguientes habrá avances considerables en la forma en la que se miden las estadísticas globales, en la atención a través de videoconsultas y también en la forma en la que se comparte la información entre médicos de todas partes del mundo. Estos sistemas de datos cruzados se pueden establecer, en principio, entre las mismas especialidades y áreas de especialización. Y, posteriormente, pueden implementarse soluciones para mejorar áreas de trabajo diferentes.

¿Cómo pueden ayudar estos sistemas a los pacientes en su vida cotidiana?

Al momento de buscar especialistas, hay muchas personas que a causa de no tener una plataforma a la que recurrir de forma simple y confiable, prefieren asistir a los centros médicos de forma presencial. Esto ocurre sobre todo con los pacientes de la tercera edad, que no manejan con tanta comodidad los medios digitales.

Es por esta razón que una buena plataforma podría ayudar a buscar especialistas fácilmente y agendar cita médica a una persona que no tenga conocimientos de tecnología. Ya que permite saber cómo manejarse dentro de la misma de una manera mucho más intuitiva y confiable, sin poner datos personales en riesgo. Así mismo, permite asistir a las citas de manera virtual, lo cual beneficia en tiempo, monetariamente y seguridad. En caso de tener la necesidad de realizar consultas rápidas,  se puede preguntar a especialistas directamente y recibir respuestas de especialistas calificados, sin pagar por ello o esperar una cita.

Además, para los especialistas, al agendar citas médicas de esta manera, es posible llevar un control de los especialistas con los que ya se atendió el paciente. Y, asimismo, permite optimizar la asignación de citas para que sean lo más eficientes posibles. El resultado final es que los médicos pueden tener una agenda mejor organizada, atienden más pacientes al mismo tiempo y pueden brindar mejores soluciones, ya que conocen mejor la situación de sus pacientes.

¿Qué se puede esperar a largo plazo?

Tomando en cuenta el nivel de desarrollo actual de los sistemas de salud digitales, como ya lo mencionamos, la OMS está brindando todos sus esfuerzos para completar el proyecto que comenzaron en 2020 hacia mediados del 2025. Una vez que esté completo este sistema, podrán lograrse, principalmente, los siguientes resultados:

  • La gestión y la implementación de planes de inversión claros y eficientes con la mejora de la salud digital como propósito.
  • Mejora y mayor claridad en la generación de informes sobre los recursos disponibles en las bases de datos de la salud digital.
  • Facilitación y mayor velocidad en el intercambio de información entre colegas médicos de todas las partes del mundo en las que se implementen los sistemas de salud digital.
  • Apoyo y mejora de las relaciones gubernamentales hacia la OMS y las demás organizaciones de la salud.
  • Mejora y aumento del apoyo técnico por parte de quienes están involucrados con la Estrategia Mundial sobre Salud Digital (GIDH) en el periodo de 2020-2025 y su siguiente etapa.

Dependiendo del éxito con el que se pueda implementar la etapa actual de este proyecto de desarrollo de salud digital, se podrá implementar la siguiente etapa. La eficiencia se medirá no sólo en la forma en la que se logren los resultados esperados, sino también en la aceptación tanto por parte de los médicos como de los pacientes al utilizar estas plataformas.

Por lo tanto, no solo importa que los sistemas funcionen correctamente, sino que también es fundamental que la gente crea en estos sistemas y que elijan utilizarlos con frecuencia. De esta manera, el progreso es mucho más rápido y los resultados que se obtengan serán mucho más evidentes.

¿De qué forma se puede contribuir para mejorar estos sistemas?

La principal manera de contribuir para mejorar la visibilidad en línea para médicos a través de estos sistemas es con la utilización cada vez más frecuente de sistemas digitales. Al confiar en estos sistemas y al optar por utilizarlos, se pueden conseguir mejores resultados a largo plazo, ya que las agencias miden los datos de los usuarios y lo aprovechan como una retroalimentación positiva para ir mejorando.

En conclusión, para implementar correctamente estos sistemas se debe llevar a cabo un proceso con progreso gradual y constante. Además de que resulta fundamental confiar y utilizar estos sistemas con regularidad a fin de poder probarlos contra errores e ir corrigiendo su funcionalidad a medida que se utiliza.