Tomar la decisión correcta para ti
Nadie puede discutir que si una persona decide empezar una actividad completamente nueva, puede tener éxito aunque empiece de cero. Sin embargo, cuando se trata de un negocio propio, debes reflexionar si tienes no sólo las habilidades sino la disposición y el gusto por aquello a lo que vas a dedicar tu tiempo y dinero… y si puede ser interesante y funcional para los demás.
Para decidir correctamente, debes responderte: ¿cuál es la necesidad que lograré satisfacer con mi servicio o producto?; ¿cuáles son las limitantes o carencias, serán muy importantes como para que mis clientes acudan a alguien más?; ¿qué puedo ofrecer que no tenga mi competencia?
Conoce a tus posibles clientes
Tienes que saber cómo toman las decisiones tus clientes potenciales: ¿ven primero el precio o la calidad del servicio o producto?; ¿contra quiénes compito?; ¿cuánto es lo mínimo o máximo que suelen gastar en esto?; ¿dónde es más posible que busquen este producto, en un local o prefieren comprar en línea?; ¿con qué periodicidad pagan el servicio o producto?
Cuánto puedes producir, distribuir y vender en un plazo determinado
Aquí es muy importante que tengas claro con cuánto capital cuentas para que determines cuál es tu capacidad de producción; debes tener organizada una estructura de distribución si se trata de un producto que vayas a vender en más de un local. La comercialización de un producto puede hacer rentable el negocio o por el contrario puede provocar pérdidas.
Para un buen negocio… ubícate
Debes analizar cuál es el lugar donde te conviene poner tu negocio, pero no te dejes llevar por las apariencias. Existen espacios con excelente ubicación, pero que resultan muy caros si los rentas y literalmente se ‘comen’ tu posible ganancia, pues el tiempo para que ese capital retorne a tus bolsillos y empieces a generar ganancia se puede volver muy largo. Por otro lado, hay negocios para los que es más benéfico no contar con una oficina, por ejemplo los negocios en línea, en los que únicamente tienes que centrarte en tener el producto o servicio listo para llevarlo a tus clientes. Para ellos es más cómodo y para ti puede representar un ahorro en gastos.
Cómo vas a constituir tu negocio o empresa
Recuerda que la figura fiscal y legal de una empresa puede generarle beneficios o gastos de distinto tipo cuando se trata de pago de impuestos. Por eso es importante que te asesores y decidas en función de la información que te brinden instituciones del gobierno, por ejemplo el SAT.
Organízate por medio de un presupuesto… y respétalo
Es importante que sepas con cuánto dispones para echar a andar tu negocio. Si no cuentas con el capital suficiente y solicitarás un crédito, debes integrar el pago a tus gastos mensuales para que cumplas con esta responsabilidad. Si decides tomar un crédito, asesórate sobre los intereses y comisiones que tendrás que pagar. Además, a la lista de gastos debes añadir el pago de empleados (en su caso), de servicios como luz, agua, Internet, renta de un local (en su caso), y todos los etcéteras que puedas incluir en tu actividad.