Marketing de contenidos VS Branded Content

Esta técnica está basada, como su nombre indica, en la producción de ‘contenido de marca’, en cualquier formato; el branded content no tiene por qué ser digital. De hecho, su ámbito más utilizado hasta el momento es el de la televisión, donde han aparecido algunas series y programas con bastante éxito.

Por otro lado, todas las campañas de marca de este tipo siempre tienen que llevar una participación activa de la marca; es decir, no se trata de un patrocinio de toda la vida, sino que es la marca quien está al frente del proyecto, quien trabaja por crear un contenido con sus valores.

Además, el branded content siempre es contenido propio; no existe content curation, algo que sí se exprime mucho en el marketing de contenidos. Muchos de los matices que les diferencian residen en la estrategia.

Para entenderlo mejor, os dejamos dos ejemplos muy sonados el del año pasado: los bares de Coca Cola y las entrevistas del Banco Sabadell.

Marketing de Contenidos VS Copywriting

Es una técnica de creación de contenido de manera persuasiva y enfocada a que el usuario realice una acción específica como una compra en tu tienda online, una llamada o solicitar información. Textos cuyo elemento clave es el call to action. El matiz más relevante es que el copywriting disimula menos que quiere vender, es más agresivo, más directo.

Por supuesto, también puede cumplir funciones como informar o entretener, pero no es su objetivo. Además, este formato es solamente la creación de contenido en formato texto. Para entendernos, sería una técnica más dentro de la estrategia de marketing de contenidos.

Marketing de Contenidos VS Storytelling

Consiste en covertir un mensaje o idea en una pequeña historia que permite establecer una conexión entre el narrador y la audiencia, consiguiendo además que el mensaje esté más presente en el tiempo. Se trata de convertir el contenido de marca en una narración que abarque diferentes etapas, capítulos. Es otra manera de llegar a tu público, más elaborada.

El mayor peligro reside en no captar la atención del usuario lo suficiente como para que se ‘esfuerce’ en seguir la historia. Implica una creatividad máxima. Eso sí, si se hace bien, se puede conseguir una trama, un escenario o unos personajes que conecten con el público mejor que cualquier otra acción que se desarrolle. Una buena campaña de storytelling es lo mejor para tu branding.